SOSTENIBILIDAD

El respeto al medio ambiente se basa en nuestros orígenes de gente de mar y en nuestra cultura de protección del entorno marino. Muchos de los tejidos de nuestras prendas superiores son de poliéster y nailon y están fabricadas con fibras procedentes del reciclaje de botellas de plástico, redes de pesca y desechos industriales.

NUESTRO COMPROMISO

El compromiso de SLAM por una producción sostenible es serio, concreto y constante. Más del 40 % de nuestros artículos contienen al menos un componente sostenible. Este recorrido virtuoso parte internamente de la empresa de forma consciente, con elecciones concretas y el uso de buenas prácticas. Con la decisión de devolver la fabricación de los productos de gama alta de la colección en parte a Europa y en parte a Italia, nos situamos como protagonistas de un reshoring que genera un importante impacto sostenible desde el punto de vista económico, medioambiental y social. De hecho, estamos acercando el origen de las prendas al consumidor que las vestirá. También hemos decidido eliminar la tintura en prenda, reduciendo así sensiblemente el consumo y la contaminación de las aguas. Nuestras tintorerías operan en pleno respeto de los estándares más elevados, con el uso de colorantes certificados y la mejor gestión de las aguas residuales.

RECYCLED

Tejidos de materias primas recicladas
Para reducir el impacto medioambiental, SLAM se está esforzando por utilizar en la fabricación de sus prendas muchos tejidos producidos con fibras procedentes del reciclaje de botellas de plástico, redes de pesca y desechos industriales. Mientras que el plástico se está convirtiendo para muchos en uno de los problemas más nocivos para el planeta, para otros es un increíble recurso con el que desarrollar proyectos ecológicos. Reciclar significa ahorrar en materias primas, energía, agua y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que de las 480 000 toneladas de PET producidas solo 140 000 son recuperadas. El resto va a parar directamente a los vertederos. Gracias a la tecnología, hoy es posible obtener fibras textiles de vanguardia utilizando los desechos del plástico tanto pre- como post-consumo. A través de una compleja elaboración química, el plástico de botellas, redes de pesca y desechos industriales se reduce a escamas de poliéster y se transforma en gránulos mediante fusión para ser extruidos posteriormente en fibras y después en hilos. Las investigaciones han demostrado que la producción de fibras procedentes de desechos reciclados post-consumo requiere un 75 % menos de agua, un 47 % menos de energía y genera un 55 % menos de emisiones respecto a las fibras producidas con materias primas originales a base de petróleo.

ALGODÓN ORGÁNICO

El algodón con el que se fabrican nuestras camisetas, polos y sudaderas proviene de cultivos ecológicos que reducen el impacto medioambiental y la demanda de recursos energéticos. El algodón biológico u orgánico es la alternativa ecológica al algodón tradicional. Se cultiva con métodos y productos de bajo impacto medioambiental y, para su elaboración, se utilizan sistemas de producción biológica para fertilizar el terreno eliminando el uso de pesticidas y fertilizantes químicos tóxicos persistentes tanto en el medio ambiente como en el propio algodón. De hecho, los compuestos químicos resisten en las fibras después de los lavados y pueden contaminar las aguas. Además, el uso de algodón orgánico reduce también el riesgo de alergias y erupciones cutáneas. GOTS (Global Organic Textile Standard), reconocida por los principales mercados internacionales, es la certificación que garantiza el uso de fibras procedentes de la agricultura biológica.

BETTER COTTON INITIATIVE (BCI)

Para la producción de nuestros pantalones de algodón, hemos elegido materiales certificados BCI, la principal iniciativa mundial de sostenibilidad para el algodón, cuya misión consiste en ayudar a las comunidades del algodón a sobrevivir y prosperar protegiendo y recuperando el medio ambiente. BCI se propone transformar la producción de algodón en todo el mundo, combatiendo el impacto negativo de su cultivo y su elaboración. BCI promueve mejoras continuas que se pueden medir en el medio ambiente, en las comunidades agrícolas y en las economías de las áreas de producción del algodón. Transcurridos diez años desde el inicio del programa, casi un cuarto del algodón mundial se fabrica ya siguiendo el Better Cotton Standard, lo que confirma que el mundo no solo quiere algodón, sino un algodón mejor. El programa se propone reducir en un 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero por tonelada de Better Cotton producido antes de que finalice 2030. 

BIOPILE - BIODEGRADABLE

Es bien sabido que una de las fuentes de contaminación más peligrosa e invasiva de las aguas es la liberación de microplásticos durante los lavados de microfibras, que además entran en el ciclo alimentario. El compromiso de SLAM consiste en contribuir a reducir este problema y ha encontrado en Pontetorto el socio ideal para concentrar sus esfuerzos en investigaciones que resuelvan este problema. Biopile es el primer tejido de forro polar que representa la solución definitiva al problema de los microplásticos. Lo que hace único al Biopile es el uso especial de fibras biodegradables en su cara interior. En los forros polares tradicionales, la parte interior está formada por poliéster que no es biodegradable, mientras que en el Biopile la cara interior está formada por fibras sintéticas biodegradables, por lo que los microplásticos liberados (en los casos en que se trate de fibras naturales como Tencel, cáñamo, etc.) se destruyen en 90 días. Por otra parte, la parte exterior del tejido está compuesta de un filamento continuo de alto rendimiento en poliéster reciclado.