Slam es mucho más que una simple marca de ropa náutica…


Slam es mucho más que una simple marca de ropa náutica…

Desde hace más de 40 años se dice que por las venas de Slam « corre el mar y se rizan las olas » y no es por nada. La marca Italiana de moda náutica lleva la pasión y la innovación en su ADN. Fue creada por 4 pioneros genoveses y desde entonces no ha hecho más que ir construyendo su expertise tecnológica en ropa náutica de hombre y mujer, con cada vez más éxito local e internacional. El enfoque tecno-cualitativo combinado con el mejor estilo ha hecho de esta marca de ropa náutica un imprescindible, tanto en el prestigioso mundo de la vela internacional como en el armario de los aficionados, sean amateurs casuales, competidores o profesionales.

La ropa Slam es técnica…

La empresa entra en el club cerrado de los pocos fabricantes de material técnico de alto nivel. Cuando diseña y fabrica ropa náutica de hombre y mujer, objetiva al rendimiento deportivo óptimo del atleta. Desde el 1979 y el primer jersey de forro polar pensado para regatistas, sigue investigando en técnicas de confección, materiales y diseños vanguardistas. Hoy en día sus prendas garantizan impermeabilidad, libertad de movimiento, protección y confort en cualquier momento, cuál sea la actividad física deportiva o urbana de uno.

¡Pero la ropa Slam también tiene alma y conciencia!

La marca de ropa náutica siempre tiene la dimensión humana en el visor. Pensando en el bienestar de los regatistas, colabora con los mejores para lograr cumplir con cada exigencia de la competición. Así por ejemplo trabajó de la mano con el multi-campeón Russel Coutts con quien ganó la America’s Cup en 2010.

Además, demuestra que la moda náutica puede ser responsable y comprometida con el medioambiente en general y el mundo marino en particular. Es partner de la Fundación One Ocean, opta por el suministro de tejidos certificados GOTS (Global Organic Textile Standard) y desarrolla cada vez más nuevos materiales ECOTEC®, producidos con residuos industriales y botellas de plástico.